No es humildad lo que me impide reconocer los dones de Dios en mi persona, pues yo se que ÉL ha hecho en mí grandes cosas, y así lo canto, FELIZ, todos los días.
Procuro que mi vida sea un acto de AMOR, y no me preocupo en absoluto por ser un alma pequeña; al contrario: me alegro de ser pequeña