El pasado 31 de marzo el cardenal Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, señaló en una conferencia celebrando el décimo aniversario de Summorum pontificum que la Iglesia Católica está atravesando una “grave crisis”. Y el problema se agrava por el hecho de que un “número significativo de líderes de la Iglesia subestiman” la gravedad de la crisis.
La crisis consiste en el “relativismo en la enseñanza doctrinal, moral y disciplina, los abusos graves, la desacralización y trivialización de la sagrada Liturgia, así como una visión meramente social y horizontal de la misión de la Iglesia”.