Tutti Fratelli y tutti contenti

Ya no sorprende la nueva encíclica de Francisco presentada hace unos días. La noticia es ignorada –en general y salvo excepciones-, por el mundo periodístico, al que ya no interesa para nada lo que pueda opinar o escribir el otrora ídolo de multitudes, cuyo acceso al Pontificado fue presentado como la renovación de la Iglesia y la llegada de la Edad Dorada, culmen de la Primavera Eclesial que disfrutamos desde hace 50 años. Ahora, con una plaza de San Pedro casi vacía por la pandemia y la abulia de los católicos antes francisquistas, poco importa lo que diga Francisco en su tercera encíclica.

La manipulación de los textos y escritos de San Francisco, ahora nombrado Gran Ecologista de la Moderna Iglesia, y Gran Maestre de la Fraternidad Humana, es impresionante. El Francisco de antaño, falseado y releído por el Francisco de hogaño.

Francisco de Asís fue a ver al gran sultán para convertirlo al cristianismo y hacerle abjurar de su herejía. No lo consiguió. Pero para la historia particular de Francisco Bergoglio, en realidad fue a construir puentes, a dialogar, a plantear abrazos y a considerar a todos hermanísimos del alma, en plena Reconquista española. Claro que para Bergoglio la Reconquista es lo que ha leído en El País. Y si acaso alguien tuvo la culpa de todo, fueron los cristianos intolerantes con la Religión de la Paz. 

Pero es interesante ver que la Encíclica no ha pasado desapercibida para alguien que sí la ha entendido en sus justos términos. Por algo será. La gran Logia de España, considera que Francisco abraza el concepto de fraternidad de la Masonería. No han andado muy desencaminados. Desde luego, la encícilica no tiene desperdicio y quedará para la posteridad como un texto que habrá de ser tirado al cubo de la basura por algún futuro magisterio, si antes no llega el Hijo del Hombre a poner las cosas en su sitio. Con razón la noticia de Infocatólica “no admite comentarios a esta noticia”, no vaya a ser.

La inspiración de Francisco para escribir este panfleto ha sido Luther King, Desmond Tutu y Ghandi, junto a San Francisco de Asís (n. 286). Vaya colección. Pobre San Francisco, que se desposó con la Pobreza de Jesucristo en la Cruz, para que ahora lo hayan convertido en el Líder de los Anticapis, acompañando a estos reconocidos corruptos mundiales.  ¡Pobre San Francisco!

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