El pueblo de la vida volvió a ponerse en marcha. Mucha gente, unida y siempre más numerosa se encontró el último viernes en Washington para decir su no al aborto, legalizado en los Estados Unidos con la sentencia Roe vs Wade hace 46 años. Un no sin compromiso. Absolutamente incondicional. «Ninguna autoridad humana puede desafiar la ley de Dios» fue el eslogan repetido este año por la marea humana, que llegó a la capital de los Estados Unidos, compuesta en su mayoría por jóvenes provenientes de todos los rincones de la Federación.
También este año, como ya había ocurrido en la última edición, participó en la imponente manifestación el Vicepresidente norteamericano Mike Pence, quien, antes de tomar la palabra, presentó un mensaje grabado en el cual el Presidente, Donald Trump, recordó la importancia de la dignidad humana y la defensa del derecho a la vida de cada uno y de todos.
Acompañado por su esposa Karen, Pence afirmó: “Estamos aquí porque defendemos la vida. Estamos reunidos aquí porque creemos, al igual que creyeron nuestros fundadores, que todos nosotros, nacidos o no nacidos, hemos recibido de Nuestro Creador algunos derechos inalienables como el derecho a la vida».
La sentencia Roe vs Wade, por el contrario, «dio la espalda a este derecho», pero generó también «un movimiento nacido del amor y de la compasión, animado por la fe y por la verdad, un movimiento que cada día conquista mentes y corazones». Al respecto, Pence quiso agradecer y elogiar el trabajo, silencioso pero eficaz, desarrollado todos los días en los centros que ayudan a las mujeres embarazadas y a las familias dispuestas a adoptar a los niños huérfanos o abandonados, así como los esfuerzos a favor de la vida de «hombres y mujeres valientes, que trabajan en el servicio público. Los atacarán, cuestionarán sus corazones para silenciarlos, pero no escuchen esos ataques. Deben escuchar a la verdad ».
Participaron de la marcha diversos exponentes del Partido Republicano como Chris Smith, Steve Daines, Dan Lipinski, pero también un miembro de la Cámara del Partido Demócrata, Katrina Jackson, que así explicó su propia presencia: «No importa si tú eres demócrata o republicano, blanco o negro, todos luchamos por la vida. Cuando las personas me preguntan por qué una mujer demócrata negra lucha por la vida, yo respondo: porque antes que nada soy cristiana».
En el palco tomó la palabra Carl Anderson, Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, la organización laical más grande del mundo y uno de los promotores de la marcha: a lo largo de su intervención, hizo referencia al programa de ayuda, por ellos ejecutado, programa que ha permitido donar miles de escáneres de ultrasonido, capaces de salvar muchas vidas humanas aún no nacidas. Luego expresó su apoyo a la «substancial restricción» a la política abortista recientemente introducida en los Estados Unidos, para «proteger a la madre y al hijo nacido».
En el escenario intervino también la doctora Kathi Aultman, miembro del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, dando su testimonio: dejó de practicar abortos cuando nació su hija.
Antes de iniciarse el largo recorrido previsto para la Marcha, el Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, Mons. Christophe Pierre, celebró la Santa Misa en el pabellón multideportivo Capital One Arena de Washington. Durante la homilía, aseguró a los jóvenes presentes que «están dando una sólida contribución a la renovación de la sociedad norteamericana. El futuro de este País está en las manos de los jóvenes como vosotros, jóvenes que creen que ninguna autoridad humana tiene el derecho de contestar la ley de Dios».
El éxito de la Marcha por la Vida norteamericana da ánimo y representa una estupenda promesa para la análoga iniciativa ya programada en Roma para el próximo 18 de mayo. No falta mucho para poder decir también en Italia un firme no al aborto y a todos los atentados a la vida humana. Pase lo que pase.
L’articolo Cada vez más participantes en la Marcha por la Vida en los Estados Unidos proviene da Correspondencia romana | agencia de información.