Que venga el verdadero Pío V

Fue el profesor Lauren Pristas, meticuloso erudito de las oraciones de la Misa (en particular secretas, colectas y postcomuniones) quien nos llamó por primera vez la atención a mí y a muchos otros sobre las enormes diferencias de la lex orandi entre el misal antiguo y el nuevo; diferencia que claramente tiene mucho peso en la lex credendi de la Iglesia.

En casos excepcionales, las nuevas oraciones abarcan más y son más y específicas, pero es harto más frecuente que reduzcan toscamente la riqueza de las oraciones tradicionales. Esto se hace de muchas maneras: atenuando u omitiendo la  capacidad de intercesión de los santos, eliminando alusiones a milagros, suprimiendo dichos difíciles sobre la mortificación, el ayuno, el juicio, el castigo, el infierno o los enemigos de la Iglesia, y en general se procura evitar lo más posible cuanto resulte cuestionable a una sociedad moderna, pluralista y democrática.

Ejemplos de ello los vemos continuamente: el pasado 30 de abril asistí a una Misa de Rito Ordinario, en la fecha corregida de la memoria de San Pío V (su verdadero dies natalis es el 1º de mayo), y decidí comparar las oraciones del propio con las de la fiesta tradicional de San Pío V el 5 de mayo (hay que reconocer que el santoral se vuelve un poco confuso a fines de abril y primeros de mayo, al acumularse las fiestas tradicionales: San Pedro Mártir, Santa Catalina de Siena, San José, San Atanasio, la Invención de la Santa Cruz, los apóstoles Felipe y Santiago, Santa Mónica, San Pío V…)

Colecta tradicional (misal de 1062)

¡Oh Dios!, que para desbaratar a los enemigos de tu Iglesia, y para restaurar el culto divino, te dignaste elegir a San Pío Sumo Pontífice: haz que seamos defendidos por su protección y que de tal modo perseveremos en su servicio, que vencidas las asechanzas de todos los enemigos, gocemos de perpetua paz.

Colecta moderna (misal renovado de 1969/2002)

Señor, tú que has suscitado providencialmente en la Iglesia al papa san Pío, para proteger la fe y dignificar el culto, concédenos, por su intercesión participar con fe viva y con amor en tus santos misterios. Por nuestro Señor Jesucristo…

Resulta interesante la clara alusión original a la intervención de Pío V para defender a la Iglesia de la revuelta protestante y el combativo islam, así como que la petición ha pasado a ser la participación activa, en lugar de derrotar a los enemigos y gozar de los frutos de la paz. Supongo que los reformadores creyeron que en esta Era de Acuario y de democracia representativa ya no tenemos más enemigos. ¡Somos todos hermanos! Abramos de par en par las puertas a la inmigración para construir una civilización de igualdad en la diversidad y diversidad en la igualdad, gracias a la Unión Europea y a las Naciones Unidas.

Volvamos a la realidad. ¿Cabe imaginar una oración más apropiada en la Europa actual, saturada de mahometanos y sometida a los engaños del diablo, que la colecta tradicional?

Postcomunión tradicional (misal de 1962)

Rogamos, Señor, gobiernes aplacado a tu Iglesia, que con la santa refección has nutrido; para que regida por tu mano poderosa, reciba aumentos de libertad y persevere en la integridad de la religión. Por Nuestro Señor…

Postcomunión moderna (misal de 1999/2002)

Señor Dios Nuestro, que los sacramentos recibidos acrecienten en nosotros aquel fuego de la caridad que inflamó a San Pío V y le impulsaba a entregarse constantemente al servicio de tu Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor…

De conformidad con la doctrina dogmática del Concilio de Trento, magníficamente llevada a cabo por Pío V, la postcomunión tradicional establece una estrecha relación entre el sacrificio propiciatorio de la Misa y el alimento celestial de la Santísima Eucaristía, proponiendo la alegoría de una nave bien gobernada que avanza en medio de olas rugientes sin naufragar jamás por el abandono de la integridad de la doctrina católica. Los sustitutos modernistas se centran en la caridad personal de San Pío V expresando un sentimiento hermoso pero genérico que podría haberse reservado para muchísimos otros santos.

En resumen, aquí no vemos error alguno, pero sí observamos que está aguada y se ha vuelto insípida la sal de las oraciones antiguas de la Misa de S. Pío V. Una más entre millares de razones para conservar el usus antiquor como legado litúrgico. Ojalá se difunda por todo el mundo católico mediante la intercesión de Nuestra Señora de la Victoria, San Pío V y todos los santos que vivieron conforme al espíritu de la Tradición.

(Traducido por Bruno de la Inmaculada/Adelante la Fe. Artículo original)

Peter Kwasniewski
Peter Kwasniewskihttps://www.peterkwasniewski.com
El Dr. Peter Kwasniewski es teólogo tomista, especialista en liturgia y compositor de música coral, titulado por el Thomas Aquinas College de California y por la Catholic University of America de Washington, D.C. Ha impartrido clases en el International Theological Institute de Austria, los cursos de la Universidad Franciscana de Steubenville en Austria y el Wyoming Catholic College, en cuya fundación participó en 2006. Escribe habitualmente para New Liturgical Movement, OnePeterFive, Rorate Caeli y LifeSite News, y ha publicado ocho libros, el último de ellos, John Henry Newman on Worship, Reverence, and Ritual (Os Justi, 2019).

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