El 13 de septiembre es día de San Juan Crisóstomo, conocido por el apodo de «boca de oro»
ya que contribuyó bastante al enriquecimiento de la doctrina cristiana a través de sus escritos y sermones.
Nacido en Antioquía en 349, de familia cristiana, estudió retórica de joven pero muy pronto percibió
su vocación de entrega a Dios. Primero como anacoreta y después, movido por el estado de su salud,
dejó la vida en la montañas y se ordenó sacerdote. En 397 es Obispo de Constantinopla y en su labor
muestra un elevado celo pastoral para la reforma de las costumbres en el clero y el laicado.
Se mostró siempre valiente al defender la pureza de la fe, lo cual le hizo tener enemigos que conspiraban
contra él. Esos sufrimientos morales los llevó con paciencia y paz interior, sin que hicieran mella en su
actividad apostólica. Si contó en todo momento con el apoyo de Su Santidad el Papa.
San Juan Crisóstomo, intercede por nosotros.