¡Celebremos la Navidad como Católicos!

Es navidad: la solemnidad más entrañable del año para un católico, junto a la pascua de resurrección. Es navidad y las familias católicas vamos a celebrar esta fiesta tan grande sin percibir, en su gran mayoría, la degradación de esta celebración desde el secularismo, la complicidad con la herejía y la peor de todas las frivolidades. Hoy más que nunca los católicos debemos advertir, y hacer eco, de todas las maniobras que el maligno ha diseñado, y sigue diseñando, para acabar con la esencia católica de esta celebración. Lo vemos en ejemplos concretos:

Primero: En nochebuena celebramos al NIÑO JESÚS y NO al Papá Noel. En muchos hogares se profana el nacimiento del Niño DIOS al suplantarlo por un invento comercial anglosajón de matiz protestante. De hecho la tradición de “santa Claus” viene del que fue obispo católico san Nicolás cuyo día es el 6 de diciembre y vivió en la calurosa Turquía y para nada en el polo norte.

Segundo: Nos debemos felicitar con un FELIZ NAVIDAD y no con el paganizado saludo de “felices fiestas” (para algunos es una manera de no “ofender” a los no cristianos: signo del complejo de debilidad permanente de no pocos católicos).

Tercero: Las tarjetas que enviemos de felicitación deben ir con imágenes de la SAGRADA FAMILIA y no con fotos de nosotros mismos y/o de nuestras familias, amigos, compañeros de trabajo…etc; esa metamorfosis de los saludos de navidad son un claro signo del antropocentrismo actual que exalta al hombre para colocar a DIOS en última fila. Dan pena y dan “risa” esas horteradas de felicitaciones sin fondo navideño alguno y llenas de ridícula soberbia humana.

Cuarto: Recuperemos la preciosa tradición de la MISA DEL GALLO a medianoche. Hay 52 fines de semana al año para salir de copas, bailes, fiestas…etc y ya se impuso en occidente la americanizada costumbre de salir de fiesta profana la noche del 24 de diciembre. Colaboran por desgracia tantas y tantas parroquias que adelantan la Misa del gallo a horas vespertinas en vez de mantenerlas (o recuperarlas) a la hora más litúrgica de la medianoche. Una vez escuché de un sacerdote (obvio no vestido como tal) que ya no se deben poner Misas de medianoche porque “en la mayoría de los hogares son mayoría los no practicantes”: un argumento que reitera la cobardía y debilidad de este clero progre acomodado a cualquier realidad pagana sea la que sea.

Quinto: Recordemos que los días grandes como el 25 de diciembre, 1 enero, 6 enero…son días de PRECEPTO (deber grave de ir a Misa bajo pecado mortal si hay ausencia). Impresiona ver familias llamadas cristianas que llenan la agenda de estos días de numerosas reuniones, eventos de regalos, paseos en calles iluminadas…etc sin dar importancia alguna a lo más importante: la Santa Misa.

En fin: celebremos la navidad como católicos. Tengamos valentía, personalidad y sobre todo fidelidad a la hora de celebrar que DIOS nace entre nosotros. Y desterremos de nuestras vidas y hogares esa mezcla/suma de cobardía, debilidad, complejo y, sin duda alguna, forma cateta y hortera de vivir la “navidad”. 

Padre Santiago González
Padre Santiago González
Sacerdote de la archidiócesis de Sevilla ordenado en el año 2011

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