“Pro multis” – Por una multitud

La traducción de las palabras de Consagración en la Misa del Novus Ordo realmente puede confundir con el «para todos» en lugar de «por muchos». ¿Cómo puede ser que todos se salven, que el infierno esté vacío y el cielo repleto? Esto es totalmente contrario a la sana doctrina católica y no ayuda a la transmisión de la fe que resulta contaminada y envenenada. Ya no encontramos la fuente de agua viva, en cambio nos vemos obligados a desertar a las fuentes, o más bien los charcos sucios y malolientes que encontramos en cualquier lugar.

Las palabras “por muchos” – explica el Catecismo de Trento n. 216 – son tomadas de  Lucas (22, 20)para manifestar el fruto y las ventajas de la pasión; pues si bien es cierto que Cristo padeció y derramó su Sangre por todos los hombres, pero si examinamos el fruto [] admitiremos fácilmente que de los benéficos de la pasión no participan todos, sino muchos.”

Una multitud, pues, se salva y otra se condena. A cual de las dos multitudes queremos pertenecer? ¿Nuestra elección dónde cae? ¿Dónde está el balance? ¿Está bien calibrada esta balanza, o no se garantiza el peso correcto? Cierto, no se es para nada indiferente a pertenecer al número de los elegidos y no al de los condenados, a la masa correcta y no a la equivocada.

Dicha adhesión a un grupo u otro no es una suerte que simplemente cae sobre nosotros, no es un destino. Y si la predestinación existe, es por el mérito las buenas almas, por los méritos infinitos del Divino Redentor a quien se debe dirigir toda nuestro agradecimiento eterno.

Alma de Cristo santifícame, Cuerpo de Cristo sálvame, Sangre de Cristo embriágame, Agua del Costado de Cristo lávame, Pasión de Cristo confórtame”. Las aspiraciones de San Ignacio al Santísimo Redentor, las oraciones a Nuestro Señor Jesucristo Crucificado entre tantas otras oraciones nos ayudan a rezar bien para obtener la gracia de la Salvación Eterna.

Que importante es rezar y aprender a rezar bien, preferiblemente sin interrupciones, ¡como nos exhorta el Apóstol!  Las letanías aprobadas y las oraciones elegidas son las preferidas al rezar en grupo, sin una guía segura y bien preparada. No todas las reuniones de oración son para ser asistidas. Muchas veces hace falta la presencia de un sacerdote de fe solida, con la capacidad de guiar la oración en grupo. El sentimiento y la emoción no bastan, aunque sean parte de nuestra vida cotidiana.

Deus, in adiutorium meum intende. Domine, ad adiuvandum me festina. Sin la ayuda de Dios, como nos ha enseñado Jesús y como nos enseña la Iglesia, no podemos hacer nada, absolutamente nada que sea válido y fructífero, con resultados positivos y beneficiosos para nosotros mismos y para nuestro prójimo, para la sociedad civil y para la comunidad de los bautizados.

Somos nosotros quienes elegimos ser parte del pueblo de Dios, o de Grillo, de Renzi y de tantos otros políticos, muchos de los cuales se consideran omnipotentes- tanto para decidir el futuro de nuestra sociedad como la del mundo entero. Pero debemos tenerlo claro, que uno solo es el Omnipotente, el único Dios verdadero;  creemos en un Dios único y trino; profesamos la fe de la Iglesia, que es una, Santa, Católica y Apostólica.

El Cristo Pantocrator domini aún domina no sólo las grandes iglesias y basílicas, sino también  los corazones de los fieles, que deben redescubrir la fe de sus padres, que debe ser también la nuestra. Día a día construimos la multitud de los elegidos y los salvados, tal como se ha hecho en el pasado, incluso en la Edad Media, que no es a la edad de decadencia como a menudo se llama, sino la edad dorada del cristianismo. Pero no todos los historiadores son tan honesto como para reconocerlo y escribir una historia verdadera, con los hechos tal y como sucedieron en realidad. Sólo la historia fielmente reconstruida y transmitida de generación en generación, sólo la verdadera historia es la maestra de la vida.

Alabado sea Cristo Jesús!

Presbyter senior

SÍ SÍ NO NO
SÍ SÍ NO NOhttp://www.sisinono.org/
Mateo 5,37: "Que vuestro modo de hablar sea sí sí no no, porque todo lo demás viene del maligno". Artículos del quincenal italiano sí sí no no, publicación pionera antimodernista italiana muy conocida en círculos vaticanos. Por política editorial no se permiten comentarios y los artículos van bajo pseudónimo: "No mires quién lo dice, sino atiende a lo que dice" (Kempis, imitación de Cristo)

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